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Artes Creativas
Metodología para trabajar resiliencia y cohesión social con jóvenes en situación de vulnerabilidad y movilidad humana

 

En 2018, Ecuador vivió un momento complejo al recibir una diáspora no esperada proveniente de Venezuela y Colombia: familias o personas solas que ingresaban al país en estado irregular, con muy pocos o sin recursos, en busca de mejores oportunidades, bien para radicarse en el territorio, bien para continuar su tránsito hacia otros países del sur de América.


La metodología Artes Creativas surgió, justamente, en ese contexto, orientada a jóvenes migrantes y locales (de las comunidades receptoras fronterizas) para, desde su encuentro y mutuo conocimiento, gestionar las manifestaciones de xenofobia, exclusión o rechazo, y generar mejores condiciones de convivencia, cohesión social y acogida en paz. Además, para promover el autoconocimiento y la autorreflexión necesarios en cada individuo para comprender y transformar situaciones complejas en pro del bienestar común.

En la actualidad, Artes Creativas ha demostrado en Ecuador y en países de Centroamérica ser adecuada para su uso con jóvenes que sufren no solo situaciones asociadas a la migración forzada, sino diversos tipos de violencia, que residen temporal o definitivamente en contextos multiculturales o heterogéneos, e incluso en otros más o menos homogéneos, para establecer mejores pautas y dinámicas de relacionamiento consigo mismos y con otras personas desde una perspectiva interseccional. Puede ser, entonces, aplicada con grupos de jóvenes como metodología única o, mejor aún, ser aprovechada en procesos de construcción de paz de mayor alcance.

Introducción

DATOS GENERALES

 

Participantes

Jóvenes entre los 16 y los 29 años, aproximadamente. 

Países en las que se ha desarrollado

  • Ecuador, en contextos de movilidad humana en las provincias de Esmeraldas, Carchi, Sucumbíos, Imbabura, Pichincha y otras (2016-2018)

  • El Salvador y Guatemala, en contextos de diversos tipos de violencias (2019 en adelante)

Para aplicar en contextos

Centros o instituciones educativas y grupos juveniles de base comunitaria, entre otras posibilidades.

Año de creación

2018

Entidad que la impulsa

Catholic Relief Services (CRS)

Autor(a/es)

Consorcio “Juventud Constructora de Paz” (Ecuador, 2018), asociación entre la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA), la Misión Scalabriniana y Catholic Relief Services Ecuador (CRS), con financiación de The Father’s Table Foundation.

Impulsada por

Catholic Relief Services - CRS 

Objetivo de Desarrollo Sostenible al que aporta

No. 10: Reducción de las desigualdades, en su meta 10.2: “De aquí a 2030, potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión o situación económica u otra condición.” La metodología aporta a la inclusión social al generar nexos humanos y humanitarios resilientes y cohesión entre personas y comunidades locales y aquellas que viven situaciones de desplazamiento prolongado o diversos tipos de vulnerabilidad.

PUNTO DE PARTIDA

Problema y respuesta

El desplazamiento causado por conflictos armados, situaciones políticas, precariedades económicas, inequidades sociales, abusos de los derechos humanos, entre otras razones, ha dejado en las últimas décadas millones de refugiados y migrantes no voluntarios en el mundo. En 2015, la ONU calculaba que ese año se habían desplazado más de 60; que en total se sumaban más de 244 millones de migrantes internacionales en todo el mundo, y que el 86% se situaba en países en desarrollo, especialmente en aquellos contiguos a zonas de conflicto. Lo más preocupante es que detrás de las cifras se encierran vivencias de dolor, traumas, carencias, sufrimientos, problemas de convivencia, demandas de asistencia humanitaria, enfermedades mentales, hechos de rechazo y estigmatización. 


En 2018, Ecuador recibió miles de migrantes colombianos y venezolanos, generando en comunidades fronterizas, especialmente, diferentes tipos de conflicto. En respuesta a tal situación compleja, Catholic Relief Services – CRS, la Fundación Futuro Latinoamericana (FFLA) y la Misión Scalabriniana diseñaron originalmente el proceso, con sus herramientas y técnicas basadas en la expresión artística personal y en terapias no convencionales (de ahí el nombre de la metodología) para minimizar los efectos negativos del desplazamiento. Tras ponerlo en práctica en el país, con la financiación de The Father’s Table Foundation y el apoyo de varias entidades públicas y privadas, las lecciones aprendidas indicaron su alto potencial para construir capacidades de resiliencia y, por consiguiente, de transformación, cohesión social y reconstrucción relacional. Eso lo hicieron como parte de un programa más amplio de formación de jóvenes en Cultura de Paz.


Así, con la experiencia en diversas provincias de Ecuador, se consolidó Artes Creativas, metodología orientada a brindar apoyo psicosocial a jóvenes locales o en tránsito, en situación de movilidad humana o en general de vulnerabilidad, para el desarrollo de conocimientos, habilidades blandas y actitudes de resiliencia, cohesión social y construcción de paz. 

El método de  Artes Creativas proporciona las herramientas necesarias para capacitar a los y las jóvenes en la resiliencia personal y la construcción de la cohesión social en toda la comunidad, lo cual es especialmente importante en comunidades con un número creciente de migrantes y refugiados. 

Artes Creativas está diseñada para trabajar en grupos con jóvenes que pueden ser homogéneos: todos migrantes, todos refugiados o todos en condición vulnerable, pero también se puede aplicar en grupos mixtos: algunos migrantes, afectados por conflictos o de varias nacionalidades. 


Para ello, propone un taller con dos temas centrales, resiliencia y cohesión social; lo ideal es insertarlo en procesos más duraderos de acompañamiento a jóvenes, como se hizo en Ecuador, para conectarlo con otras metodologías, estrategias y herramientas que promuevan cambios de comportamiento, fortalezcan valores para la vida y el trabajo, o que fomenten el liderazgo. 

Los principios

La metodología se soporta en los pilares del constructivismo y el construccionismo social, la psicología humanista y la educación popular. También, en los de la Pedagogía para la Cultura de la Paz, la cual cuenta con tres elementos muy importantes: 

  • Sentir: Todo ser humano tiene la sensibilidad para asombrarse con actos de belleza y ternura; el sentir hace ver que se está vivo. Por esto es importante poder partir desde lo que “sentimos y nos hace humanos”. 

  • Pensar: Este sentir no tiene que quedarse solo ahí. Desde la facilitación es importante compartir con el grupo instrumentos para comprender y dar sentido a los sentires. Es decir, jerarquizar, analizar y comprender el porqué de las cosas; que las personas puedan discernir y tener la capacidad de racionalizar lo ocurrido. 

  • Actuar: Una vez que se ha sentido y comprendido la realidad del propio entorno, es importante ser actores con voz e identidad; plantear acciones que permitan cambiar o fortalecer estas realidades para lograr una cultura de paz. 

Metodología

Además, la guía utiliza los principios básicos de CRS para construir la paz, conocidos como “las 3C”: Conexión, Contacto y Construcción.

Al tener relación con los principios de construcción de paz, el impacto en el ámbito intrapersonal busca la conexión con uno mismo, o el descubrimiento apreciativo de uno mismo; en el plano interpersonal busca el contacto con otros, esto es, el reconocimiento como parte de un grupo y la cohesión interna del mismo; y en la esfera de interrelación social busca la construcción de puentes con otros grupos, que es la búsqueda de relaciones sociales para disfrutar de la diversidad y buscar la cohesión social en una localidad o comunidad.

 

La meta

En pocas palabras, la metodología busca mejorar capacidades, habilidades y actitudes necesarias para la resiliencia y la cohesión social entre jóvenes.

  • La resiliencia, entendida como la capacidad innata que tiene o puede desarrollar una persona o un colectivo de personas para trascender o hacer frente a situaciones o circunstancias adversas, sin dejar afectar sus posibilidades de desarrollo integral. 

  • La cohesión social, como resultado de un proceso de construcción colectiva que se basa en la voluntad compartida de cooperar para sobrevivir, prosperar y alcanzar un bienestar común. Este bienestar está basado en la igualdad de oportunidades, en el sentido de pertenencia y en la solidaridad. 

 

Los objetivos

  • Contribuir a cerrar brechas críticas para restaurar el bienestar de personas refugiadas o desplazadas de sus países o territorios por diversos motivos.

  • Promover en las y los jóvenes la toma de conciencia de sus historias de vida, el propósito de las mismas y los acontecimientos que las conforman.

  • Sensibilizar e identificar creencias y elementos que aportan a la inclusión y la participación.

  • Aportar al descubrimiento de las fortalezas interiores y de conexión de estas con las debilidades o limitantes.

  • Sensibilizar sobre la importancia de comprender las realidades y emociones del otro y reconocerlo como un otro legítimo.

  • Reconocer el sentido de la vida, la inclusión, el autoconocimiento y la empatía como elementos fundamentales de la resiliencia.

  • Tomar conciencia del valor de la diversidad, desde la autoaceptación, la construcción de la pertenencia territorial y el reconocimiento del otro.

  • Generar un sentimiento de pertenencia al territorio, compartido por todos los integrantes del grupo.

  • Reconocer los prejuicios y estereotipos en el plano personal y en el colectivo, y asumir compromisos para su deconstrucción.

  • Aportar a la construcción de identidad grupal y reconocer la propia red social.

  • Reconocer la identidad territorial y promover la construcción de relaciones como elementos fundamentales de la cohesión social.

Para implementar la metodología se requieren dos facilitadores que trabajen conjuntamente: una persona adulta y una persona joven, como se explicará más adelante. Ambos deben ser previamente capacitados para que puedan orientar adecuadamente el proceso.


Dichos facilitadores conforman y guían grupos de no más de 30 personas, hombres y mujeres; preferiblemente, aunque no de forma obligatoria, estos participantes deben haber recibido una formación previa en temas de derechos humanos, construcción de paz o movilidad humana, y asumido el reto de aportar a la construcción de sus sueños en un mundo más inclusivo para todos.


Ahora bien, con cada grupo, la formación y el apoyo psicosocial giran en torno a dos (2) temas centrales y estrictamente consecutivos: el tema inicial, la resiliencia y, posteriormente, la cohesión social.


Los contenidos se abordan en nueve (9) sesiones durante las cuales se desarrollan 23 actividades, basadas en la expresión y en el arte como alternativa de encuentro personal y grupal, son pues las que le dan el nombre a la metodología. Entre las técnicas terapéuticas no tradicionales empleadas se cuentan, entre otras: meditación guiada (mindfulness), respiración consciente, escritura creativa, creación literaria, utilización del cuerpo para desbloquear emociones que pueden estar anidadas en él, ejercicios de conciencia corporal y bioenergética, dibujo, teatro y otras expresiones que usan referencias simbólicas, y símbolos que operan en un nivel inconsciente

proceso

a. Intensidad y espacios 

El proceso completo puede tardar entre 8 y 16 horas, según las características de cada grupo y su disponibilidad de tiempo. 


Se proponen 8 horas cuando los participantes han tenido previamente un mayor contacto e interacción, y 16 horas para grupos juveniles de base comunitaria considerando que estos necesitan más tiempo para trabajar ciertas dinámicas y construir confianza. En otras palabras: los contenidos deben adaptarse a los horarios y disponibilidad de las y los participantes, peor también a su grado de conocimiento previo. 

Cuando se realizan los talleres, sean consecutivos o no, es importante que las o los facilitadores recuerden al grupo los contenidos de lo tratado en la reunión previa, y asegurar un hilo conductor entre sesiones. 


Todos los talleres deben realizarse en el aula o en espacios habilitados para el trabajo grupal independiente de los jóvenes.

b. Ejes temáticos 

En las nueve sesiones de trabajo se abordan igual número de subtemas

Resiliencia:

1. Reconociendo el sentido de la vida

2. Sentido de pertenencia

3. Autoconocimiento

4. Empatía

5. Resiliencia y sus elementos

Cohesión Social

6. Identidad territorial

7. Deconstrucción de prejuicios y estereotipos 

8. Construyendo puentes y mi red social personal

9. Cohesión social y sus elementos

c. Dinámica 

Se comienza con la selección y formación de los formadores adultos, quienes deberán caracterizarse por: 

  • Contar con una alta capacidad de apoyo

  • Ponerse al servicio de los jóvenes 

  • Poseer un alto nivel de empatía

  • Fortalecer la confianza 

  • Ser propositivo para la búsqueda de soluciones 

  • Promover el empoderamiento 

  • Propiciar la construcción colectiva para el fortalecimiento del tejido social 

  • Promover el ejercicio de derechos humanos

  • Conocer el contexto. 

 

Dada la naturaleza vivencial de la metodología y la alta sensibilidad del contexto de violencia estructural en el que se trabaja, se plantea que la persona adulta cumpla un papel de acompañamiento en tres sentidos: el primero, de orientación y apoyo al facilitador o la facilitadora joven antes, durante y después de las diversas sesiones de trabajo; el segundo, durante los encuentros, promoviendo e impulsando la reconstrucción de la dignidad e identidad de las y los jóvenes participantes; y el tercero, brindando apoyo a cada joven en quien las sesiones y las actividades remuevan o despierten alguna memoria de ciclos de violencia o acción atentatoria de sus derechos, para realizar contención, reflexión y empoderamiento. 


Por otra parte, están los formadores y formadoras jóvenes, pues es la juventud el actor principal de este encuentro, porque son sus derechos y la posibilidad de potencializar su resiliencia y cohesión social los que están en juego. Además, porque desde su realidad e identidad aportan una visión juvenil al acompañamiento psicosocial, que nace de un pacto entre pares y de las formas de entender y vivir en esa etapa de la vida. Sus características incluyen: 

  • Ser alguien reconocido en la comunidad por su liderazgo, acompañamiento y trabajo de facilitación con grupos de jóvenes. 

  • Haber recibido formación básica (formal o informal) en acompañamiento psicosocial. 

  • Tener facilidad para generar relaciones de confianza con los jóvenes. 

  • Contar con experiencia en el manejo de protocolos de confidencialidad. 

  • Tener formación (formal o informal) en derechos humanos, enfoque de género y de movilidad humana. 

Si una o un joven participante muestra signos visibles de angustia durante un encuentro o una actividad, el facilitador adulto puede hablar con él o ella durante el descanso y/o después de la sesión para proporcionar más apoyo, o incluso una referencia si es necesario. Si varios de los participantes en el grupo parecen tener fuertes reacciones al contenido de la sesión, se debe pausar la actividad para dar más tiempo a la reflexión y el procesamiento. Por lo tanto, esa persona adulta que facilite las sesiones, debe conocer y seguir las rutas y protocolos para actuar y denunciar abusos, violencia y violaciones de derechos de menores de edad y adultos jóvenes. 


De esa manera, la persona adulta complementa el accionar del facilitador o la facilitadora joven, que es quien conduce el encuentro y las actividades con los jóvenes en las diversas sesiones y actividades. Por ello, ambos deberán mantener constante comunicación para estar atentos a todo el desarrollo -planificado o no- del encuentro. De esta manera, se garantiza la construcción de confianza básica entre facilitadores y esto deriva en que la experiencia sea provechosa tanto para ellos como para los y las participantes.


Se busca que después de la realización de los talleres o las sesiones, los y las jóvenes puedan realizar acciones comunitarias que fortalezcan su resiliencia, promuevan la inclusión y no discriminación, y de esta manera pasen de la reflexión a la acción.

“La primera parte se dedica a abordar mi realidad, mis afectaciones; poner un orden y en calma mis emociones; tratar de entenderme y comprenderme desde mi niñez; identificar los recursos que tengo y mi capacidad de salir adelante. Dejo las condiciones imposibilitadoras y trato de abrazar, de asumir y ver que sí tengo condiciones posibilitadoras en mí. 


La segunda es más enfocada en la cohesión social: se trata de dar un vistazo a mi propia vida y a mi propia procedencia, probablemente multiétnica, revisando mis ancestros, para encontrar en mí y en mi historia la diversidad, y que así como las cosas no son homogéneas, las relaciones tampoco. Es cuando cuestiono estereotipos. Se trabaja, entonces, las identidades de género, de procedencia urbano rural, por nivel de escolaridad, por edad, para deconstruir puentes y darme cuenta de mi propia red de relacionamiento, que es mi capital social.


Si la primera parte es deconstruirme a mí mismo(a), la segunda es construir mejores relaciones conmigo mismo(a) y con los y las demás”

 

Isabel Aguilar Umaña, responsable de la metodología en CRS.

Para aquellas entidades públicas, privadas o mixtas; alianzas público-privadas; organizaciones sociales o comunitarias; centros o instituciones educativas, y otro tipo de entidades que promuevan programa de juventud, interesadas en el apoyo psicosocial a jóvenes en situaciones de movilidad humana, vulnerabilidad o riesgo, puede ser de gran valor Artes Creativas, metodología cuya implementación debe partir de la la premisa de que el trabajo de apoyo psicosocial, de resiliencia y cohesión social debe estar firmemente basado en las realidades locales y responder a las necesidades de las poblaciones y comunidades.


Se espera que con ella se contribuya a lograr un mayor y mejor impacto de los esfuerzos que, desde múltiples frentes, se despliegan para que las y los jóvenes afectados por la exclusión, la discriminación y la violencia, en sus distintas formas, fortalezcan su resiliencia y su capacidad de transformación de sus propias vidas y las de sus comunidades.


La principal consideración al recomendar su uso es que, aunque el trauma nunca cicatriza por completo, es posible volver a sentir alegría y una sensación de bienestar interior una vez que la fuente del trauma ha pasado. Esto no sucede rápidamente, pero puede suceder si adoptamos un sistema de creencias saludable, practicamos técnicas autotranquilizantes y desarrollamos nuevas habilidades para afrontar y combatir las cosas que nos han estado tensando o traumatizando ahora o en el pasado.

quien puede

A quienes estén interesados en la metodología, CRS brinda:

  • Asesoría y asistencia técnica para el diseño de procesos de cambio social que incluyan el uso de la metodología.

  • Capacitación, formación y certificación de facilitadores y facilitadoras.

  • Guías didácticas y videos educativos de apoyo para los facilitadores y facilitadoras.

  • Herramientas de monitoreo y evaluación de impactos.

  • Acompañamiento en el análisis de situaciones especiales y específicas que pueden surgir en los encuentros de los grupos, así como recomendaciones para el equipo facilitador tanto para trabajar con el grupo como para cuidar de sí mismos. 

Requisitos para implementar la metodología 

Toda persona, entidad o comunidad que desee impulsar este esfuerzo, solo requiere comunicarse con CRS para establecer una alianza estratégica que permita potenciar esfuerzos y ampliar el rango de alcance.

apoyo crs

La metodología fue diseñada y aplicada por primera vez en Ecuador con un grupo de jóvenes en contextos de movilidad humana. Desde entonces, se previeron estrategias e instrumentos de seguimiento y evaluación de su impacto, los cuales permiten afirmar que Artes Creativas, especialmente cuando se utiliza dentro de proyectos más amplios de atención juvenil, posibilita en los y las participantes desarrollar o cualificar los siguientes conocimientos, actitudes y comportamientos

impactos

Conocimientos

Al finalizar el proceso destinado a abordar los temas de resiliencia y cohesión social, las y los jóvenes reconocen los siguientes conceptos:

  • Resiliencia

  • Empatía

  • Racismo

  • Violencia

  • Exclusión

  • Prejuicio

  • Estereotipo

  • Red social

  • Sentido de pertenencia

  • Cohesión social

Actitudes

Gran parte de las y los jóvenes reconocen las siguientes actitudes:

  • Empatía

  • Autoaceptación

  • Autoestima

  • Autoeficacia

  • Posicionamiento frente a la injusticia

  • Establecimiento de límites

  • Pedir ayuda y dejarse ayudar

  • Valoración positiva de las diferencias

  • Condiciones posibilitadoras e imposibilitadoras en sus vidas

Comportamientos

La mayoría de los y las participantes empiezan poner en práctica comportamientos y acciones para:

  • Respetarse a sí mismos y a los demás

  • Ser activos en la defensa de sus derechos

  • Estar dispuesto a confrontar al agresor o agresora

  • Dar su opinión cuando es diferente

  • Deconstruir prejuicios y estereotipos para no perpetuarlos

  • Pasar de la decisión a la acción

  • Reconocerse como persona con derechos y dignidad humana

La metodología cuenta con instrumentos y herramientas de validación que permiten medir los resultados de manera cuantitativa y cualitativa.

Esta metodología cuenta con tres guías y dos videos didácticos que apoyan los procesos, realizados gracias la subvención del Departamento de Estado de los  Estados Unidos de Norteamérica:

materiales

Cohesión social

Favorece la reflexión sobre la identidad territorial, la deconstrucción de prejuicios y estereotipos, motiva a la construcción de puentes con otros grupos juveniles y profundiza en la cohesión social y sus elementos.

Resiliencia

Motiva a las y a los jóvenes a reflexionar en torno al sentido de la vida, el sentido de pertenencia, el auto – conocimiento, la empatía y profundiza en la resiliencia

y sus elementos

CRS ha creado los videos “Resiliencia” y “Cohesión social” para fomentar el diálogo y la reflexión en torno a la situación de miles de jóvenes en el Ecuador, que están forzados a desplazarse para buscar protección, y que tienen que enfrentar muchos desafíos para integrarse en los sitios de llegada.

Estos videos hacen parte del material de trabajo para las y los facilitadores de las Guías Metodológicas del proceso Artes Creativas

Asesora CRS:

Isabel Aguilar Umaña

 

Fotografías

CRS

FICONPAZ

 

Consultores

Gloria Londoño Carlos Henao

FICONPAZ

 

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